La Promesa de la Salvación y Las Misiones Arca 2012

     Los jóvenes de 1ero y 2do de Media reunieron sus capacidades y aprendizajes para dirigirse a Jarabacoa, en la Institución Vida Para Niños, donde se albergan en casas muy bonitas niños en riesgos.

Donde los jóvenes de 1ero llevaron el mensaje de Cristo como el cumplimiento de la promesa de nuestra salvación, la cual encontramos en Génesis  3:15 y con un segundo tema, los jóvenes de 2do trataron el llamado de proclamar ese mensaje de salvación a través de las misiones Romanos 1:14-17.

Cristo la promesa de la salvación

La palabra: “tú le herirás en la cabeza”, se refiere a la derrota que sufriría Satanás con la resurrección de Jesucristo. Pues Cristo es la simiente de la cual habla el versículo de Génesis 3:15, entendiendo que es el único que tiene la potestad para derrotarlo y la palabra: “ella te herirá en el calcañar”, habla de las constantes ocasiones que el enemigo usó para tratar de hacer caer al Señor Jesucristo (Lucas 4:1-8).

Este versículo nos enseña también que Dios desde el principio tuvo la intención de traer reconciliación al hombre por medio de la simiente de la mujer (Mateo 1:23). Autor: Miguel de los Santos 1ero

Las misiones

Nosotros hemos sido llamados a la misión de nuestro Dios. Si las misiones tratan del evangelio de Dios, entonces es una misión de Dios, no de hombres, sino del Dios todopoderoso. Todos lo que somos discípulos de Cristo debemos de entrar gozosos a las misiones. 

Ni el evangelio ni las misiones tienen que ver con nosotros, sino con Cristo. Debemos obedecer ese llamado, proclamar el evangelio, para que los hombres crean y se aparten de sus pecados, para que vengan a los pies de Cristo arrepentidos. Debemos obedecer a la fe, un acto de entrega total de cuerpo y alma a Cristo. 

El llamado a la misión es para transmitir el evangelio a todas las naciones, todo el mundo para que todo aquel que crea en Cristo y su evangelio no se pierda mas tenga vida eterna. Cristo fue la misión más grande, al morir en la cruz por pecadores como nosotros y así mismo nosotros tenemos el llamado de no quedarnos callados, sino de compartir el evangelio hasta los fines de la tierra.